Lo que veis en la imagen no es el ultimo grito en arte urbano si no en placer corporal, es un pequeño spray con el que crear y moldear graffitis en el cuerpo de tu pareja, dejando una bonita pintura de sabor para que luego puedas como niño/a bueno/a tener que limpiar tu estropicio con la lengua.
El precio unos doce euros, y aunque es un juguete que puede resultar altamente divertido para mi su fallo son los sabores: fresa, uva, mango y por lo que dicen el de fresa no termina de saber del todo bien.
De todos modos puede ser una gran diversión para una pequeña noche de juegos